Antonio Fábregas (Madrid, 1978) vive en el Polo Norte. Siempre está haciendo algo, hasta el punto de que, cuando tiene que irse a dormir, se lo toma como una derrota. Se gana la vida analizando palabras, frases y textos, para luego conectarlos con la estructura de la mente humana y explicar por qué somos los únicos animales que pueden mandar mensajes de texto, componer sonetos y discutir sobre fútbol. Por algún motivo, le pagan por hacer estas cosas. Cuando encuentra algo interesante que decir sobre las palabras, suele documentarlo y, a veces, hasta publican lo que escribe. Esta es su primera novela, pero no la última.