Más vivos que nunca. El latín y el griego en la actualidad es la novedad de este abril de 2022. Hemos charlado con su autor, Adrián Martínez Echarri, para conocer mejor esta obra sobre la vigencia de las lenguas clásicas.
¿Podemos decir realmente que el latín y el griego están más vivos que nunca?
Sin duda. Además están en las bocas de todo el mundo. Últimamente no solo podemos ver miles de referencias a la cultura clásica en marcas, series, música, películas y en el mundo audiovisual, sino que también vemos de qué forma las lenguas como el latín y el griego (y todo lo que se relaciona con estas) están muy presentes en nuestro día a día. Que no se hable un idioma no significa que esté muerto, pues sigue presente, sigue hablándose de una forma evolucionada o literal, haciendo que, de una forma u otra, siga existiendo en nuestra sociedad: podemos encontrar muchísimas raíces y términos griegos que todavía están presentes en nuestro vocabulario; latinismos que se cuelan en nuestras escuelas, empresas y juzgados; nuevas películas y series de Netflix que se basan en historias que, en su día, se narraban en la lengua de los antiguos dioses griegos; o éxitos musicales que repiten, hasta la saciedad, las ideas de carpe diem o de beatus ille, entre otros.
¿Qué nos va a enseñar Más vivos que nunca?
Principalmente este libro quiere mostrar algunas de las influencias o paralelismos que las lenguas clásicas (latín y el griego y todo lo que se relaciona con ellas) tienen con nuestra más rabiosa actualidad. Más vivos que nunca intenta hacer un breve, pero intenso, recorrido por algunos de los ámbitos que más curiosidad me han despertado o que tienen un gran protagonismo en nuestra sociedad actual.
Esclarecer el caos que nos podemos encontrar para conocer de dónde viene nuestro alfabeto y de dónde surgen el latín y el griego es uno de los primeros objetivos del libro, pues, al igual que en la mitología griega, todo tiene un principio del que debemos partir. El hecho de que el latín se convirtiera en una de las lenguas principales de la antigüedad, nos da paso a reflexionar si podemos compararla con idiomas como el inglés y su situación actual de lengua hegemónica.
Desde siempre ha habido una estúpida lucha entre las ciencias y las letras (y digo estúpida porque no podemos pretender construir una sociedad sana si enfrentamos ambas) con la que se insta al lector/a a desmontar esos prejuicios sobre las humanidades y a ver que las ciencias, por muy importantes que sean, no pueden vivir sin las letras. Además la medicina y la psicología, entre otras, beben mucho del latín y del griego, al igual que lo hace nuestra propia lengua. Aunque no lo creamos, seguimos hablando el idioma de los antiguos romanos de una forma actualizada y evolucionada que se cuela en nuestro vocabulario, en nuestras expresiones e, incluso, en ámbitos tan privados como en nuestra sexualidad.
También en este libro se reflexiona sobre la importancia del uso de las palabras y de la libertad de expresión (tema cada vez más candente en nuestra sociedad) como una fuente muy poderosa de convicción, expresión y argumentación. Los antiguos griegos ya sabían que la lengua y las palabras eran algo muy muy poderoso, pero ¿hasta dónde llegan los límites de esta antigua parresía helénica? La música y el cine también tienen cabida en este ensayo, pues son numerosas las muestras audiovisuales que renuevan y reformular los tópicos literarios latinos más famosos de la antigüedad literaria clásica.
El prólogo de Cristian Olivé nos pregunta para qué sirve el griego el latín. No tenemos intención de desvelar su respuesta, pero ¿cuál sería tu contestación a esa pregunta en pocas palabras?
Saber griego y latín nos ayuda a comprendernos como humanidad. Al ser herederos directos de las culturas donde se gestaron y se asentaron las bases de ciencias como la filosofía, las matemáticas, el teatro, la literatura, la medicina, etc., conocer estas culturas de primera mano nos hacen saber de dónde venimos y hacia dónde queremos ir como sociedad. Por ello, una sociedad sin griego, sin latín y sin humanidades, en general, no es una sociedad sana, pues estamos obviando los pilares que la fundamentan, condenándonos a repetir los mismos errores del pasado y a deshacernos de aquello que nos caracteriza como humanidad.
¿Quién debería leer Más vivos que nunca?
Todas aquellas personas que quieran acercarse desde una perspectiva actual a las lenguas clásicas y las influencias que estas pueden tener en diversos ámbitos de nuestra actualidad. Al ser un libro de carácter divulgativo, el único requisito es dejarte llevar por esta odisea de viaje a través de la antigüedad y la actualidad para que, una vez terminada la lectura, se quiera aprender e investigar más sobre el mundo de las lenguas y cultura clásicas. Bienvenidas son aquellas personas apasionadas por las clásicas, por las lenguas y bienvenida la gente curiosa y con ganas de reflexionar.