La colección Maresía sigue dando pasos firmes con un propósito muy claro: que todo el mundo lea poesía. Por eso, el segundo título de esta bonita ambición debía ser muy claro. Hablamos con Juan Romeu, director de Maresía, por la publicación de la antología poética Poesía bonita y que se entiende.
El título del segundo poemario de la colección Maresía es toda una declaración de intenciones. ¿Qué va a encontrar el lector?
Efectivamente, a través del título Poesía bonita y que se entiende queremos dar a entender que en Maresía ofrecemos poesía que transmite algo, que emociona y que además es accesible a cualquiera que quiera leerla. Esto nos diferencia de muchas otras editoriales que, o bien publican poesía totalmente críptica e indescifrable para el lector no iniciado, o bien publican poesía que sí es fácil, pero que no aporta nada de profundidad ni sentimiento.
Cada autor ha comentado su poema para que no quede ni un ápice de duda. Además, tú como director de la colección has explicado el valor de cada uno. ¿En qué te has basado?
Nuestra idea es abandonar la costumbre de soltar poesías sin más a los lectores y abandonarles ante ellas sin ayudarles a interpretarlas. No solo buscamos poesía fácil y bonita, sino que encima la explicamos o, por lo menos, damos una pequeña orientación para saber cómo enfrentarse a ella y poder disfrutarla.
En cuanto a los comentarios, no son descripciones técnicas de los poemas, sino una pequeña explicación por parte de los autores de por qué y cómo los escribieron y una justificación mía de por qué he elegido cada poema y qué es lo poético que hay en él.
¿Cuáles son los temas principales en esta antología?
Los universales, que son los que más interesan y ayudan: el amor, la muerte, la familia y la vida.
¿A qué otros autores pueden recordar algunos de los poemas de Poesía bonita y que se entiende?
Aunque en muchos casos las poesías recogidas se relacionan con autores conocidos (Bécquer, Quevedo, Borges, Cernuda…), nuestra intención es que no le haga falta al lector conocer la historia de la poesía para poder disfrutar de los poemas. Lógicamente, todo conocimiento ayuda y los autores lo tienen, pero lo ideal es que los poemas sean valiosos en sí mismos, no por las referencias que puedan contener.
Para alguien que no haya leído poesía nunca y esté interesado por esta antología, ¿qué prejuicios debe quitarse antes de sumergirse en las páginas de Poesía bonita y que se entiende?
Quien no suela leer poesía con este libro puede quitarse por fin el miedo de no entenderla: es un libro perfecto para empezar a leer poesía. Y, además, puede saber que en Maresía, tanto en este como en los futuros libros, no va a estar nunca solo mientras lee: siempre va a tener ayuda para saber cómo abordar un poema y aprovecharlo para vivir mejor y más feliz, que es para lo que debe servir la poesía.
En la sinopsis se deja claro que uno de los objetivos de esta antología es lograr una reconciliación con la poesía, pero ¿con qué ojos puede leer este poemario alguien que lea poesía a diario?
El que suela leer poesía puede disfrutar igualmente de este libro. En primer lugar, porque, frente a otras antologías, presenta autores futuros, por lo que le servirá para descubrir poetas. En segundo lugar, porque la sencillez y la accesibilidad de los poemas escogidos no están reñidas con la calidad y la profundidad. Todos los poemas de esta antología transmiten y aportan algo.