Para Valle Mozas, riojana de 24 años afincada en Zaragoza, si los sueños fuesen tan fáciles como los pintan en las películas se llamarían deseos. Ella tuvo uno y lo persiguió, no sin dificultades y no sin dejar cosas en ese camino que siguió y que, quizás para muchos, no era el que se esperaba para ella. Y entonces llegó El comienzo, su primer poemario, y con él «El origen», «El nacimiento», «El principio», «El inicio» y «Las semillas». Cinco sinónimos para referirse a aquellas cosas que nacen, a veces de casualidad y a veces porque tienen que nacer, y que ella plasma en forma de una poesía sencilla, que no simple, que llega directa al corazón y a las vivencias de quienes la disfrutan.
