«Luces, cámara y… traducción audiovisual», entrevista a los autores.

Eugenia Arrés, Fernando Castillo, Javier Rebollo y Juan Yborra son los autores de este práctico manual de traducción audiovisual. Juntos fundaron Ampersound, agencia de traducción audiovisual. Les hemos preguntado sobre su trabajo y la redacción de Luces, cámara y… traducción audiovisual.

¿Qué os llevó a escribir un libro sobre traducción audiovisual?


Cuando fundamos AMPERSOUND, vimos que, si bien todos los integrantes nos movíamos por la misma disciplina (la traducción audiovisual), cada uno de nosotros tenía mucho que aportar en las distintas especialidades de la TAV: doblaje, voces superpuestas, subtitulación, localización, accesibilidad… Una suerte a la hora de nutrirnos como equipo. La oportunidad de aprender de los compañeros es gratificante y te hace crecer como profesional. Pero, claro, este crecimiento llega años después de salir de la universidad. Coincidimos en que nos habría gustado que nos contaran mucho más sobre este sector y cómo desenvolverse por el mundo profesional; no hay ningún manual de instrucciones al respecto, y así nos gusta referirnos a este libro, como un manual de supervivencia y traducción audiovisual. En él profundizamos en cada una de las especialidades de la TAV, pero también ofrecemos consejos que esperamos sean útiles para dar el salto con más confianza.


Cada vez vemos a más estudiantes y profesionales de traducción en las redes sociales, ¿pensáis que este aumento de profesionales es positivo para el sector?


¡Claro! La traducción, por suerte, es una actividad que se ramifica en múltiples especialidades y subespecialidades, y sigue evolucionando cada día. De hecho, en el proceso de traducción, a menudo no solo hay que traducir y, sin embargo, suelen ser traductores quienes se ocupan de las demás tareas. Este es un dato muy positivo y esperanzador, porque nos permite ver la parte más multidisciplinar de la profesión. No debemos olvidar que, en esta cadena, el trabajo en equipo es crucial, y cada uno de los eslabones es muy importantes para que el producto sea el mejor posible.


Parece que la traducción se está haciendo visible en el día a día y hay más personas que son conscientes de su existencia. En el terreno audiovisual, ATRAE está promoviendo el hashtag #Quiénsubtitula y #Quiéntraduce. ¿Qué opináis al respecto?


Todas aquellas iniciativas que den a conocer y promocionen nuestro trabajo fuera del sector de la traducción audiovisual y de la traducción en general son más que bienvenidas. Forman parte de aquello que siempre decimos los traductores de que “hay que educar al cliente”. En este caso, muchos de nuestros clientes (productoras, estudios, agencias, festivales, desarrolladores, etc.) y de los usuarios que consumen material audiovisual no conocen nuestras condiciones de trabajo, las tareas que realizamos, el tiempo que invertimos, cuánto cobramos por ello… Y lo más importante: quiénes somos. En calidad de autores de los subtítulos o del guion de doblaje, es importante que se nos reconozca públicamente y no siempre es así, debido a contratos de confidencialidad o a la no inclusión del traductor en las fichas de doblaje, entre otros motivos. Dar a conocer a los profesionales es una forma de visibilizar nuestro trabajo y al colectivo ante el público general.


Por otra parte, ¿creéis que aún hace falta mucho trabajo para que se reconozca la importancia de la traducción?


Sin duda, el camino es aún muy largo en todas las disciplinas de la traducción. Para el público general, siempre planean las sombras de la traducción automática o del trabajo por parte de no expertos o de la comunidad. Ante eso, como traductores profesionales, nuestra labor siempre será demostrar nuestra formación, nuestra experiencia y nuestra valía. El acercamiento de la profesión y de los profesionales a la prensa en los últimos años ha hecho que nuestro trabajo se
conozca más y creemos que ese conocimiento es un primer paso para lograr el reconocimiento, además del trabajo bien hecho.


¿Consideráis que, en esta profesión, y en concreto en la traducción audiovisual, es esencial seguir estudiando y actualizarse? Si no hay una actualización constante, ¿esto afectaría a nuestros proyectos?


Sobre todo, lo más importante es estar atento a los cambios del mercado y reciclarse. Salen nuevas herramientas de software que hay que dominar, llegan clientes nuevos con guías de estilo diferentes y, en definitiva, pautas y convenciones distintas a las que hay que adaptarse. Por no hablar de la terminología que va surgiendo, a la que dedicamos un capítulo del libro.


Con un puñado de años de experiencia a vuestras espaldas, ¿qué sentís al ver vuestra evolución desde los inicios antes de ser traductores profesionales hasta ahora?


Que quizá ninguno de nosotros se imaginaba estar donde nos encontramos ahora. Sentimos mucho orgullo de lo que hemos conseguido, no solo como traductores, sino también en nuestras facetas de formación y emprendimiento. Hay un montón de trabajo detrás, muchísimas horas delante del ordenador que, con el tiempo, van dando sus frutos.


Decidnos 5 consejos que os hubiera gustado escuchar antes de lanzaros como traductores audiovisuales.


Contar con los profesionales que llevan más tiempo que tú en esto es siempre gratificante y suelen estar abiertos a responder dudas. También es importante ser conscientes de que la carga de trabajo en la facultad es ínfima con la que luego (con suerte) te espera al entrar en el mercado laboral. Al mismo tiempo, suele llevar unos meses o incluso años conseguir meter la cabeza y poder ganarte la vida dedicándote al 100 % a la TAV. También conviene recordar que, una vez que nos hemos establecido, al principio es normal aceptar todos los encargos que llegan, pero, aunque cueste, a veces no pasa nada por decir que no y descansar. Tanto tu cuerpo como tu salud mental lo agradecerán. Por último, aunque tengas trabajo de sobra, no dejes de buscar clientes; nunca sabes cuándo puedes perder los que tienes y siempre viene bien tener las espaldas cubiertas.


A día de hoy, ¿os siguen preguntando si sois quienes traducís los títulos de las películas?


Quizás haya ya una parte importante de mito en eso. Se ha convertido más en carne de memes dentro del sector que en algo que se ve a diario, pero sí, sigue pasando de vez en cuando y siempre deberíamos estar preparados para encontrarnos la pregunta a la vuelta de la esquina.


¿Qué créeis que podremos aprender con este libro?


Puede servir como punto de enlace entre lo que se ve en la carrera y el mundo profesional. Sin duda, va dirigido a todos aquellos con menos experiencia en el sector —pero ojo, los más expertos seguro que lo disfrutarán también y se verán representados en más de un pasaje del libro— para que la tan a veces temida transición hacia el mundo laboral sea menos dura.