El español es uno de los idiomas más hablados en el mundo, concretamente el cuarto más hablado después del inglés, mandarín e hindi. Una de las características más interesantes y asombrosas que quizá desconocías es que se habla en todos los continentes. Sí, sí. ¡En todos! En Europa se habla en España; en América se habla en centroamérica y sudamérica (excepto en Brasil); en África se habla en Ceuta, Melilla, Guinea Ecuatorial y el Sáhara Occidental; en Asia podemos encontrarlo en Manila; y en Oceanía se habla en la Isla de Pascua. Pero ahora llega el dato más asombroso: ¡también se habla en la Antártida! En los asentamientos científicos españoles y sudamericanos ubicados en este continente se habla español, por lo que, independientemente del continente al que vayas, seguro que encuentras algún sitio en el que se hable español.
Otro dato curioso de nuestro idioma es que es considerado como uno de los dos idiomas más rápidos del mundo a la hora de hablarlo. Junto con el mandarín, el español se lleva este asombroso récord.
Datos curiosos a parte, el español es uno de los idiomas más difíciles de aprender en el mundo. Pese a que sea uno de los más hablados, es una lengua muy compleja con muchas características que, además de enriquecerlo, hacen que sea un verdadero reto para cualquiera que pretenda aprenderlo. Estas características son las que precisamente consiguen que nuestra literatura sea una de las más prestigiosas del mundo, y obras como El Quijote son prueba de ello. Esta complejidad se debe a una serie de características (algunas únicamente propias de nuestra lengua) que hacen al español un idioma único y complicado de aprender. En esta publicación, te ofrecemos algunas de ellas para que veas lo afortunado que eres al haberlo aprendido como lengua nativa y no tengas que enfrentarte a este tedioso desafío:
Leyes gramaticales
El español tiene una dificultad añadida por su complejidad en cuanto a las leyes o normas gramaticales, ya sea por la cantidad de verbos irregulares, el género de los sustantivos, las tildes… Para los extranjeros que pretenden aprender el idioma, existen muchas características gramaticales que les causan un terrible dolor de cabeza:
- Verbos irregulares: son verbos muy frecuentados por los hablantes y que quizá no te hayas dado cuenta de que sus formas son muy distintas dependiendo del tiempo verbal. Sin ir más lejos, el verbo «ir» y sus formas como «voy» o «fueran» no tienen ningún parecido razonable.
- Palabras homófonas y homónimas: es una característica muy curiosa del español, ya que utilizamos muy a menudo una gran cantidad de palabras de este estilo, pero a la vez es un desafío para aquellos que pretenden aprenderlo.
- Ser y estar: estos dos verbos, que quizá sean los más usados en nuestro idioma cotidianamente, se fusionan en uno solo en otros idiomas como el inglés, lo que pone en aprietos a aprendices acostumbrados a usar solo uno de estos.
- Sustantivos con e: en el español, los sustantivos tienen género masculino si terminan en -o y género femenino si su terminación es en -a, pero existe un tercer grupo de sustantivos terminados en -e que sirven tanto para el género masculino como para el femenino. Este tercer grupo es muy común y suele verse mucho en profesiones o colectivos, lo que acompleja aún más nuestra lengua.
- Acentos o tildes: las tildes son una de las características más difíciles de aprender hasta para un nativo, pues siguen unas reglas de acentuación en función del tipo de palabra que sea. De hecho, el significado de una palabra puede cambiar tan solo por llevar una tilde o no llevarla, por lo que aprender las normas de acentuación se convierte en una tarea complicada para cualquier hablante de nuestra lengua. De hecho, es una de las faltas ortográficas más cometidas por los nativos actualmente.
Tiempos verbales:
- El subjuntivo: es el modo gramatical que más complicado puede llegar a ser a la hora de conjugar correctamente los verbos. Aunque varios idiomas cuentan con este modo, en el nuestro es complicado saber aplicar la forma correcta para cada ocasión. Para los extranjeros, es tan complicado que suelen aparcarlo y aprenderlo cuando ya son más dominantes con el idioma.
- Perífrasis verbales: para los nativos, usarlo es algo de lo más habitual, pero para los que pretenden aprender nuestra lengua es algo que descoloca mucho. «Tener que» o «acabar de» son formas que puedes usar todos los días, pero son un completo desafío mental para alguien que no está acostumbrado a combinar los verbos de esta manera. En estos ejemplos, «acabar» o «tener» tienen significados muy distintos a los que tendrían sin formar una perífrasis.
Lenguaje coloquial:
Como sabes, el español es uno de los idiomas con más variantes y dialectos por lo que, en cada uno de ellos, el lenguaje coloquial es distinto. Todas las variantes tienen palabras y expresiones autóctonas que incluso dificulta la comprensión para los nativos de otras regiones o variantes. Incluso dentro del mismo país existen distintos lenguajes coloquiales que hacen que la comprensión entre sus hablantes se dificulte. Ni que decir tiene también la existencia de los distintos acentos y dialectos.
Grafemas inexistentes en otros idiomas
En el español existen dos grafemas que no existen o, por lo menos, no se emplean igual en otros idiomas. Este es el caso de la -ñ y la -h. Aunque sí que es cierto que la -h está presente en lenguas como el inglés, en nuestra lengua muchas veces es muda y otras tiene un sonido particular si va acompañada de otras letras o grafemas como la -c. Si tuvieses que aprender el español desde cero, seguramente la presencia de letras que no existen en tu idioma haría muy complicado el aprendizaje.
Dichos, refranes y otros recursos:
El refranero español y algunos dichos son recursos a los que seguro que acudes con mucha frecuencia. Para un extranjero estos pueden ser complicados porque normalmente muchos no se emplean en su idioma. Normalmente están compuestos por metáforas, exageraciones y otros recursos literarios que son propios de nuestro idioma. Dominar este tipo de recursos es algo muy complicado y tedioso para alguien que no es nativo. De hecho, seguro que te ha ocurrido que has escuchado un refrán o un dicho por primera vez y, hasta que no te han explicado el significado, no tenías ni idea de lo que quería decir. ¡Imagina el dolor de cabeza para alguien que no domina el idioma!
Una de las características que hacen más rico nuestro idioma es el uso de la ironía, el sarcasmo y los dobles sentidos. Estos recursos quizá sean lo más difíciles, pues los empleamos con mucha frecuencia y con un tono normal, lo que causa que cualquiera que esté aprendiendo nuestro idioma pueda interpretarlo como algo literal. Seguro que muchas veces te ha pasado que has tenido que aclarar que estabas usando la ironía o el doble sentido con alguien porque lo había interpretado en sentido literal. Piensa ahora si lo haces con alguien que no domina el idioma…
Como has visto, las características que dificultan el aprendizaje de nuestro idioma son innumerables. Precisamente esto es lo que la convierte en una de las más ricas y prestigiosas del mundo. La cantidad de recursos, formas, variantes, dialectos, dichos y figuras de las que dispone, la convierte en una lengua muy completa y envidiada en cuanto a su literatura. Muchos se quedan por el camino a la hora de aprenderla por esto mismo, pero los que consiguen dominarla son conscientes de todas estas características de nuestro querido y complejo español.