“Del desencanto al resentimiento y de ahí a la violencia solo hay un paso; esa es la historia de una generación perdida”, explica el periodista y escritor.
Nacido en La Orotava en 1968, desde 1991 ha ejercido el oficio de periodista en diferentes medios. Como alma de Quijote, fue en el año 2012 cuando decidió poner rumbo a la capital británica, donde ha compaginado la tarea de asesor de prensa del Instituto Cervantes con su trabajo en el departamento de español de una agencia de Naciones Unidas. En 2002 publicó ‘Cuatro días antes del final’ y ahora entrega ‘El hombre que fue Viernes’.
‘El hombre que fue Jueves’ es una novela de Chesterton y usted eligió llamarla Viernes, como Robinson Crusoe. ¿Hay sensación de naufragio?
Ciertamente. Del naufragio personal y colectivo.